Uno de los principios principales de los ejercicios de pensamiento de diseño (Design Thinking) radica en la capacidad de generar muchas ideas para una misma pregunta. La razón fundamental es que tenemos la tendencia a creer que la primera idea es la mejor, o a veces llegamos ya con una idea preconcebida para cada uno de los momentos. Y no es así, varias investigaciones han demostrado que la mejor forma de tener una buena idea es haber tenido muchas ideas.
“The best way to have a good idea is to have lots of ideas.”
— Linus Pauling, ganador de 2 premios Nobel individuales.
En parte es por esta razón que siempre hemos asociado a los talleres de pensamiento de diseño con los conceptos de divergencia y convergencia, donde constantemente estamos retándonos a expandir las opciones identificando alternativas, para luego poder validarlas.
Se dice que el legendario profesor Robert McKim, de Stanford, cuando un estudiante se acercaba a pedirle retroalimentación sobre un nuevo concepto de diseño, siempre respondía de forma contundente: “Show me three”
Muchas veces utilizando este mismo principio le he pedido a emprendedores, de quienes soy mentor, que salgan a validar diferentes alternativas, de su “solución” con potenciales usuarios, y algunas veces se llevan la sorpresa de que la iniciativa que ellos estaban pensando como principal, es la menos atractiva para los futuros usuarios o clientes.
Al generar alternativas, es conveniente crear muchas opciones. Las mejores soluciones a un problema no siempre son las más obvias, por lo que es importante generar tantas ideas como sea posible. Generar rápidamente una amplia gama de ideas se denomina pensamiento divergente y es una de las habilidades clave necesarias para generar alternativas.
Cuantas más ideas se generen, mayor será la posibilidad de que una idea funcione o tenga éxito. Es por esto que una de las técnicas básicas es la lluvia de ideas (brainstorming) la cual esta relacionada con la creación de soluciones alternativas mediante la generación rápida de una amplia gama de ideas, aprovechando la diversidad propia y naturales de los participantes en sus distintos estilos de pensamiento, conocimientos y experiencias.
La lluvia de ideas suele ser un proceso no estructurado, donde no hay restricciones sobre lo que se puede decir durante la sesión (siempre que contribuya a encontrar soluciones).
Hay cuatro reglas en la lluvia de ideas:
- No evaluar ninguna idea
- La cantidad cuenta — generar tantas ideas como sea posible
- Se fomentan las ideas salvajes — generar ideas “salvajes”
- Combinar o mejorar las sugerencias existentes hechas por otros.
Una sesión de lluvia de ideas eficaz produce un gran número de soluciones diversas entre las que elegir más adelante en el proceso.
Así que cuando pienses en una posible solución a un problema o estes buscando una idea diferente, presiónate a ti mismo para imaginar un par de alternativas (Ojalá más de un par), tal vez esto sea lo que necesites para encontrar una buena idea.
En palabras del profesor Jeremy Utley:
“A great innovation leader, when presented with a nascent direction, will ask, “What else are we trying?” This is NOT to increase the workload on the team, but rather to acknowledge the underlying realities facing innovation endeavors, and to emphasize the importance of learning-by-comparison.”
Así también es importante recordar el inicio del discurso de Jony Ive sonre Steve Jobs y la fragilidad de las ideas:
Steve used to say to me — and he used to say this a lot — “Hey Jony, here’s a dopey idea.”
And sometimes they were. Really dopey. Sometimes they were truly dreadful. But sometimes they took the air from the room and they left us both completely silent. Bold, crazy, magnificent ideas. Or quiet simple ones, which in their subtlety, their detail, they were utterly profound.
And just as Steve loved ideas, and loved making stuff, he treated the process of creativity with a rare and a wonderful reverence. You see, I think he better than anyone understood that while ideas ultimately can be so powerful, they begin as fragile, barely formed thoughts, so easily missed, so easily compromised, so easily just squished.
Lectura recomendada: The Biggest Problem With Problem Solving