A veces la recomendación o sugerencia que nos dan es tan simple y obvia que la omitimos a ligera, incluso aunque esta venga de un amigo, un compañero del trabajo, un mentor o un inversionista. Muchas veces lo que nos recomiendan hacer es algo que de alguna u otra manera esta siendo implementado. Incluso cuando nos acercamos a buscar asesoría a mentores experimentados, nos duele escuchar cosas “obvias” tanto, que pensamos que no nos están tomando seriamente o no valoran lo que hemos realizado.
Sin importar lo obvia que resulte la sugerencia, detente un minuto, pon todo tu esfuerzo en tratar de escuchar, quizás más allá de lo que están diciendo, no es que no realizaste algo, sino que falta profundidad, o que la calidad o cantidad de lo que has realizado es insuficiente.
Cuando en Startups Academy realizaba Mentorias, era muy común encontrarse con que ya el emprendedor había realizado procesos de customer discovery o development, y cuando se le pedía salir a hablar con posibles clientes, uno notaba como para si mismo la respuesta era: “si, ya lo hice” y no salían de la mentoria a profundizar en ello, y claramente lo que faltaba es indagar más en esas entrevistas o conversaciones o observaciones, o simplemente realizar un poco más de ellas. Tiempo después regresaba el emprendedor diciendo que debía pivotear porque los clientes lo estaban entendiendo de otra manera, y en la conversación siempre salía el reclamo de que si yo ya lo sabía porqué no se los dije. La verdad es que cada quien debe hacer su recorrido para descubrirlo, simplemente, la labor de un mentor es acompañar, guiar, y muchas veces se les dijo lo que faltaba o donde estaban debiles a forma de recomendación.
Hay libros que todo emprendedor puede reconocer como dolorosamente simples, tal como lo es “Delivering Happiness” de Tony Hsieh, CEO. De Zappos o “The Art of Start” de Guy Kawasaki, libros donde la mayoría de lo que está escrito es lo que todos los emprendedores creemos conocer, son recomendaciones tan familiares que tardan en asimilarse y ponerse en práctica, sin embargo, no todos somos Zappos o hemos sido evangelistas de grandes Startups.
Como emprendedor nunca debes seguir ciegamente las recomendaciones que te hagan, así sea un miembro del equipo, un cofundador, un mentor, o un inversionista. Después de todo, el resultado de tu emprendimiento solo es responsabilidad tuya.
Pero a veces, la respuesta correcta viene en formas demasiado simples, y no olvides, que porque sea obvia o simple no significa que esté equivocada.
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