198 — The Dark Knight Ride — José Betancur
Mi sobrino menor esta teniendo problemas en la escuela, simplemente no quiere poner atención en clase, no quiere hacer los ejercicios, no quiere socializar con los compañeros de curso.
Los niños de hoy pertenecen a un mundo donde Mario Bros los ha acompañado desde mucho antes que toquen las puertas de la escuela, un mundo digital, controles o mouse, lejos de lo que puede ser un lápiz. Un mundo lleno de distracciones.
LEGO se ha enfrentado a los mismos problemas, ir hacia un mundo virtual o aferrarse a los ladrillos de plástico, si bien la compañía ha entrado a muchos de los nuevos mundos, ha sido su capacidad de contar historias la que la tiene hoy en día como la compañía más grande del mundo en juguetes.
No nos olvidemos que finalizando los 90s, la participación de LEGO en el mercado estaba en declive, los niños estaban jugando más y más con video juegos y por ende LEGO ya no era tan atractivo. La carrera por innovar los llevo a una serie de fracasos y productos fallidos, el problema, muchas ideas “disruptivas” pero poca generación de valor para los niños.
Es allí donde LEGO empezó a tener éxito, regresaron al core, regresaron a un sistema de juego y crearon ideas innovadoras como Life of George de 2011 donde mezclan la forma de jugar digital con las fichas físicas de LEGO.
La verdad es que LEGO descubrió que las innovaciones no pueden existir únicamente de la sinergia entre ellas sino del contexto de la compañía y su historia, las circunstancias y los valores clave. Pensar “fuera de la caja” casi pone a LEGO fuera los negocios, pero aferrarse a lo que son, a crear historias y a construir desde los pequeños ladrillos los tienen hoy en la cima del mundo.
Lo que nos lleva a que si las escuelas quieren ganar, lo que deben buscar es la forma de llevar los valores a la mesa de tal forma que se construya un puente entre la inmediatez del mundo actual y la capacidad de entretener al niño a través de historias bien contadas. Es decir: historias, sinergia y diversión.
Bien contados los proyectos escolares pueden ser muy atractivos para los niños de hoy, literatura, ciencias, matemáticas y hasta historia, pueden convertirse en momentos de encantamiento. El problema radica en la preparación de nuestros educadores para contar historias.
Es así que debemos rápidamente darle la capacidad a los maestros de aprender nuevas formas de contar e impartir su conocimiento, empezar a construir la sinergia entre el contenido y la exploración física y posteriormente virtual de la educación, volviéndola hiper-educación.
Retar a los niños es una forma de jugar, aprender y competir, aprender a juntar esto con la educación es algo que todos tenemos que hacer, padres y educadores.
Para conocer más de la historia de LEGO, les recomiendo leer: “Building success: how thinking ‘inside the brick’ saved Lego”