¿Desde cuándo destruir es una forma de construir?
Es muy cultural, cada que ingresa alguien a liderar un proyecto nada de lo que se ha hecho hacia atrás sirve, lo he visto en Startups donde el nuevo arquitecto de desarrollo revisa lo que se ha hecho hasta el momento y decide que todo debe pasar de una tecnología X a una tecnología Y; lo he visto en proyectos, donde el gerente nuevo, revisa y decide que la aproximación debe ser otra; lo he visto en el gobierno público, donde un nuevo alcalde devuelve los planes del anterior porque no están alineados a lo que él cree es lo mejor; o en otros casos donde solo se hace por estar en desacuerdo con lo anterior y se desarma todo porque sí.
Como lo dice mi hija: “porque si no es una razón”.
Y entonces se arman de razones para demostrar que lo anterior no funciona, tiene defectos, fallas, todas viciadas por creer que lo único que sirve es lo que se esta por proponer, por llenarse de razones que justifiquen la “nueva” forma de hacer las cosas.
Un halo de negatividad, lo que los rodea, síganlos en redes sociales, y verán como constantemente están identificando errores, defectos, fallas o están utilizando tonos que desautorizan a los demás, hablando desde el desconocimiento. Con sus opiniones formadas por lecturas acomodadas, y ajustadas a la realidad que desean ver.
Se van de frente contra el mundo con un tono amenazador, con un tono fuerte, que abre camino, que encuentra eco. Pero ¿qué ganamos con esa actitud?
“If I have seen further, it is by standing on the shoulders of giants.”
— Isaac Newton
El llamado que hace Newton, es a que identifiquemos que del pasado, de anteriores intentos se puede aprender, hay lecciones aprendidas, hay cosas que rescatar y potenciar y hay otras que hay que evitar.
“What’s done before many witnesses is seldome without some further concern than that for truth: but what passes between friends in private usually deserves the name of consultation rather than contest, & so I hope it will prove between you & me.
…
What Des-Cartes did was a good step. You have added much several ways, & especially in taking the colours of thin plates into philosophical consideration. If I have seen further it is by standing on the sholders of Giants.”
Pero es que esto es algo que no es nuevo, es el antagonismo por el antagonismo, potenciado por las redes sociales, la forma de abrirse paso es destruir, es retar a lo establecido, tratar de hacer disrupción, no por proponer cosas altamente innovadoras sino por desvirtuar el esfuerzo de lo elaborado antes.
Mirar con retrovisor es muy sencillo. Sino vean como le han aplicado a todas las startups o empresas consolidadas el Business Model Canvas, se ve en internet donde a empresas como Netflix, Apple y otras le han descrito su imaginario canvas. Inclusive el mismo Alexander Osterwalder en su libro Business Model Generation: A Handbook For Visionaries, Game Changers, And Challengers describe la herramienta con base a su aplicación en empresas ya consolidadas.
Pero ¿cuántos se han enfrentado a hacerlo desde cero? ¿Cuál ha sido esa experiencia? ¿Qué tanta adivinación han involucrado? Es por esto que Steve Blank y Bob Dorf, utilizan el canvas como parte del proceso de validación de lo que se hace, para ir eliminando la adivinación y dejando entrar las realidades. A lo que voy aquí, es que fácilmente el profesor Blank pudo destrozar el canvas por estar lleno de supuestos, pero en vez de resaltar lo negativo, potencio lo positivo, la forma de visualizar rápidamente el modelo de negocio de una idea/startup y lo complemento, le amplio el uso.
Mi llamado es similar al de Newton, una invitación a que el debate se torne privado, y en lo público se hable de propuestas concretas, hablar de resultados, hablar de hacia donde podemos liderar esta sociedad, este ecosistema tan necesitado, hay que reconocer que el líder es aquel que come al último como lo dice Simon Sinek, es quien abre caminos, no quien destruye pasados.